La actriz marplatense trabaja en la obra "Terapia para dos" que encabeza la dupla cómica de Leandro Orowitz y Hernan Figueroa y que se completa con Silvana García.
“Hacer esta obra es subirse a una montaña rusa de emociones, para nosotros y para el público” asegura Gimena Vecchio, la actriz marplatense que forma parte de la comedia Terapia para dos, junto a Leandro Orowitz, Hernan Figueroa y Silvana García.
La artista, que había pasado un invierno “difícil” tras haber vuelto desde Estados Unidos -donde había ido a perfeccionarse- en medio de la pandemia, aceptó enseguida el rol que le ofreció Aldo Funes en esta comedia.
“Me siento afortunada, los cuatro somos afortunados de seguir arriba del escenario, resistiendo, con esperanza de llegar al 28 de febrero, en este contexto en el que muchos no pueden trabajar. Por suerte el boca a boca está funcionando, la gente nos recomienda y eso es muy importante” confió, en una charla con LA CAPITAL.
Terapia para dos es una obra escrita por Federico Jimenez, con vestuario de Javier Peloni y producción y dirección de Aldo Funes, que realiza funciones de martes a domingos, a las 21.30 en el Teatro Santa Fe.
Vecchio, quién ya había trabajado en obras como “Qué le digo a mi mujer” y “Verdades mentirosas”, destacó que en esta oportunidad “se dio un trabajo en equipo en el que todos nos apoyamos, nos ayudamos y aceptamos sugerencias” para montar la historia “en una época en la que tuvimos poco tiempo para ensayar en sala”.
La actriz, quién también se desempeña como parte del staff del programa Boulevard 0, valora de la actuación “la posibilidad de jugar, de ponerse en la piel de otra persona y vivir su vida”.
En el caso de Terapia para dos, que aborda “la historia de un psicólogo tramposo, un paciente peligroso, una asistente vengativa y una esposa que está más allá de todo”, Vecchio compone a la secretaria.
“Es muy divertido abordar a este personaje, pensando qué haría en cada situación, cómo reaccionaría. En este caso, juego con la venganza y la manipulación generando situaciones inesperadas”.
Para la joven intérprete, “los actores estamos al servicio de que la gene se olvide un rato de lo que se está viviendo y pueda entrar a una historia diferente, que parece que va para un lado, tiene giros, sorprende, entretiene y el público se convierte en un personaje más”.
“Vivir esa aventura es un orgullo” reflexionó para finalizar.